Por Juan Rincón Vanegas. juanrinconv@hotmail.com. El martes 24 de enero de 2012, cuando el reloj marque las ocho de la mañana, quedará en libertad el cantante vallenato Enaldo Barrera Hernández, ‘Diomedito’, después de pagar una condena por tráfico de drogas en Estados Unidos.
“Ya firmé el documento”, fue lo primero que dijo el artista a quien se le truncó su promisoria carrera el 22 de noviembre de 2001 cuando fue detenido en Miami.
“Me falta poco tiempo, y cada día lo iré contando después de pagar esta condena en la cárcel South Valley. Ya está pasando este hecho triste que estuvo a punto de acabar con mi vida, pero lo importante ahora es olvidar el pasado y mirar de frente al futuro que es mucho mejor”, expresa ‘Diomedito’, quien ha dedicado gran parte de su tiempo en prisión para retomar su carrera musical y adelantar otros proyectos, especialmente del orden social.
Enaldo Barrera Hernández ‘Diomedito’ se dio a conocer en el género vallenato por su abierta imitación de Diomedes Díaz, lo que le valió su remoquete. Ahora pretende rearmar su vida, después de que un Juez Federal lo declaró culpable y le impuso una condena de 12 años de prisión, logrando redimir tiempo por trabajo, estudio y buen comportamiento.
A través del hilo telefónico se escucha una risa ansiosa, un gesto alegre porque está cerca del cumplimiento de su pena y, por ende, el encuentro con su familia, con sus amigos y con los seguidores que saben de su rectitud, que rechazaron la forma en que fue usado, pensando que lo estaban apoyando para darle mayor realce a una carrera musical que comenzó en 1994 con el trabajo discográfico ‘No me olvides’.
Durante su charla, recalca que ahora es un hombre nuevo porque supo darle mayor valor a la vida y a sus ejecutorias. “En este tiempo, largo por cierto, donde los días parecen no pasar, he adelantado estudios en las áreas de sociología, filosofía y psicología; son cursos que me han ayudado a conocer y aprender mucho más, logrando que mi vida en prisión sea más llevadera”.
Enaldo Barrera afirma que se ha convertido en un buscador incansable del conocimiento en los aspectos teológico, espiritual, personal y laboral. También estudió música, se graduó de bachiller, está escribiendo guiones, componiendo canciones y escribió un libro al que tituló ‘El personaje’, donde cuenta el amargo episodio que marcó su vida.
Entonces, ya con las alas casi sueltas, esboza sus planes al llegar a Colombia: “Voy a lanzar el libro que escribí y un trabajo musical, crearé la Fundación ‘Amor por Colombia’ y visitaré la tumba de mi amigo y hermano, el nunca olvidado Juancho Rois, a quien le hice con mis propias manos unas flores de diferentes colores”.
A kilómetros de distancia de su patria, a ‘Diomedito’, el hijo de Sebastián Barrera y María Hernández, se le escucha llorar. Pasado un minuto de silencio, dice: “En medio de tantos recuerdos juntos, las lágrimas son el mejor escape para recordarlo”.
Flores para Juancho
La llamada de ‘Diomedito’, además de entregar la noticia sobre su pronta libertad, sirvió para confirmar el recibo de 25 flores artesanales que debían llegar a las manos de la progenitora de Juancho Rois, doña Dalia Zúñiga.
La visita a San Juan del Cesar, para cumplir el deseo y encargo del artista se cumplió. Allá, rodeada de todos los recuerdos de su hijo, estaba la mamá de Juancho.
Cuando de la pequeña caja salieron las flores hechas en papel, y se le dijo quien era el remitente, rompió en un llanto que contagió a todos los presentes.
“Enaldo, el gran ‘Diomedito’, quería mucho a Juancho. Eran buenos amigos, cuando Juancho murió en Venezuela, él se encargo de todo, hasta trajo sus pertenencias. Dígale a Enaldo que no tengo como agradecerle este hermoso detalle, que yo tampoco lo olvido y que le he estado pidiendo a Dios que salga pronto y regrese a su país y al canto vallenato”, indicó entre lágrimas, doña Dalia.
Enseguida, contó una a una las flores y dijo: “Son 25, Juancho nació un 25 de diciembre. Es un bonito regalo que llevaré a su tumba este 21 de noviembre, cuando mi hijo cumplirá 17 años de haberse despedido de la vida”.
Acto seguido, se levantó con las flores en sus manos y pidió tomarse una foto al lado de la escultura de Juancho que tiene en la sala de su casa. “Esta es la mejor muestra de que recibí este bello regalo de un amigo fiel de Juancho, y dígale que acá lo espero, porque amigos como él no nacen todos los días”.
La labor manual de ‘Diomedito’ se vio recompensada por la mujer que trajo al mundo a Juan Humberto Rois Zúñiga, esa misma que tiene un salón lleno con sus fotos, donde están plasmados los momentos felices de ‘El Fuete’, el acordeonero que marcó una pauta en la música vallenata y con su nota alegró la vida de miles de seguidores.
Mientras tanto, doña Dalia cursa invitación a una nueva misa para pedir por el alma de Juanchoooo… Y allá en Estados Unidos, en la cárcel federal de South Valley, Enaldo Barrera Hernández, ‘Diomedito’, cuenta los días para recobrar su libertad y poder cumplir nuevos sueños, esos que fueron desbaratados, metidos en un regalo que le encomendaron llevar.