Hoy, 18 de noviembre, se cumplen cinco años de la muerte del maestro, rey vallenato y compositor, Calixto Ochoa Campo, uno de los artistas más completos de la música vallenata y la cultura caribe.
Calixto Ochoa, tercer rey del Festival Vallenato en 1970, murió a sus 81 años de edad en Sincelejo luego de sufrir una isquemia y fue velado en cámara ardiente en la tarima Francisco El Hombre de la plaza Alfonso López de Valledupar, y recibió cristiana sepultura en su tierra natal: Valencia de Jesús.
Calixto Ochoa, fue un músico versátil. Más de 1700 canciones grabadas; muchas inéditas. Grabó en todos los aires vallenatos: paseo, son, merengue, y puya; taién en paseíto, cumbia, chandé, salsa, tropicales y hasta inventó ritmos.
Fue un músico polifacético; cambió las tonalidades del acordeón porque fue técnico de este instrumento; con Toño Fuentes fue fundador de los Corraleros de Majagual; apadrinó a Alfredo Gutiérrez, y se lo llevó a vivir a la casa en Sincelejo.
Entre las canciones están: Los sabanales, Marily, Diana, El africado, Mata de caña, Muriendo lentamente, El hombre del sombrerón, Remanga, La reina del espacio, Palomita volantona y Playas marinas.
Su hijo, Rolando Ochoa, acordeonero, compositor y productor musical, hereda esa vena artística de su padre y también es un talentoso artista del folclor vallenato.
Valencia de Jesús, corregimiento de Valledupar, y Colombia, recuerdan la memoria del maestro Calixto Ochoa, en el tercer aniversario de su fallecimiento.