Las historias de dos músicos venezolanos que se rebuscaban en las calles de Bogotá y Valledupar, terminan con sus sueños hechos realidades al ingresar a dos agrupaciones: Camila de México y Elder Dayán y Rolando Ochoa en el vallenato.
En Bogotá, un joven cantaba por el Parque de la 93 en Bogotá y llamó la atención de uno de los líderes de la agrupación Camila de México; quien de inmediato le hizo una audición donde pasó la prueba; además le compraron celular y le están tramitando el pasaporte para llevárselo al país de Centroamérica.
El protagonista de la historia es Alexander Beja, un joven migrante de Venezuela, quien fue escuchado por Mario Domm, vocalista de la agrupación Camila. Alexander viajará a México para grabar dos canciones con la gran posibilidad de quedarse a trabajar con el grupo Camila.
Aquí en Valledupar, el acordeonero Rolando Ochoa, quien andaba por la zona de los estancos, le llamó la atención la sonoridad de un trombón con un grupo de músicos venezolanos que se rebuscaba por la calle.
En seguida lo contactó, le hizo unas pruebas y de una lo vinculó a la agrupación de Elder Dayán y Rolando Ochoa. Se trata del trombonista Cleiver Domínguez, quien lleva un año en esta agrupación y ya se trajo de Venezuela a su esposa y su hija, para un mejor vivir.
Son dos historias de músicos venezolanos que llegaron a Colombia a rebuscarse por las calles por la difícil situación de su país y han encontrado unas oportunidades laborales, que son sueños convertidos en realidad.