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El Círculo de Periodistas de Valledupar le brindó el respaldo absoluto al Festival de la Leyenda Vallenata que organiza desde hace 25 años la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.
Lo anterior fue de completo recibo por parte de los miembros de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata que resaltaron el acompañamiento del Círculo de Periodistas de Valledupar, de diversas empresas, entidades y de la comunidad en general que sabe los resultados que produce el evento en el campo musical y principalmente económico para Valledupar y la región.
En su intervención el presidente del CPV, Aquiles Hernández, señaló que “El Festival Vallenato, es la única bonanza renovable, que hemos tenido, la única que nos queda, llamada a unirnos todos para proteger su integridad en los confines del tiempo, hasta la eternidad. Hemos dilapidado nuestros talentos, de manera cíclica derrumbamos a nuestros mejores hombres y mujeres, equivocados en la creencia de que si caen, ganamos. Si descuidamos el festival, perderemos nuestra identidad, nuestra valía cultural y la propia dignidad. Es hora de sepultar el orgullo mundano y promover un tejido relacional que propicie el avance seguro de nuestros sueños, conquistas y posibilidades. Recordemos que el pechiche social, sin pilares afectivos, se desmorona por el chisme
En este orden, el Círculo de Periodistas de Valledupar, en sus 25 años, reitera su compromiso ineludible con la verdad, la justeza y el cumplimiento del deber. Llamamos la atención de propios y extraños, acerca de la importancia inescrutable de nuestro Festival”.
El presidente de la Fundación de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo, ante el respaldo unánime del Círculo de Periodistas de Valledupar y de la Cámara de Comercio, que es la encargada de organizar Expofestival, manifestó que “este acto de respaldo nos agrada sumamente porque los comunicadores han jugado y seguirán jugando un papel esencial en la promoción del Festival de la Leyenda Vallenata. La verdad, es que la unión es esencial para que le brindemos el mejor beneficio a la música vallenata, a Valledupar y la región que lo viene reclamando. El potencial musical, social y económico que ofrece el Festival de la Leyenda Vallenata no tiene comparación con otro evento y por eso este esencial respaldo nos anima a continuar trabajando para contestar presente y continuar llevando el mensaje de la música vallenata a todos los lugares de Colombia y del mundo”.
Por su parte el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, manifestó que el Festival de la Leyenda Vallenata era la mejor empresa de Valledupar y debíamos rodearla contra “los francotiradores que quieren acabarla. El Festival Vallenato es la identidad de Valledupar y del Cesar ante el mundo”. A su vez invitó a Expofestival que se desarrollará del 26 de abril al 1° de mayo en las instalaciones del Colegio Nacional Loperena.
El acto estuvo amenizado por las presentaciones del cantante Silvio Brito, quien interpretó el Himno del Festival de la Leyenda Vallenata, ‘Ausencia sentimental’ de la autoría de Rafael Manjarrés, del Rey Vallenato José María ‘Chema’ Ramos, los verseadores José Félix Ariza, Andrés Beleño y William Felizzola y una muestra del pilón vallenato.
Los asistentes a la invitación que hicieran el Círculo de Periodistas de Valledupar y la Cámara de Comercio destacaron la iniciativa y dijeron que de esa manera el Festival de la Leyenda Vallenata y por ende la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata reciben un apoyo trascendental para continuar con la tarea que cada año arroja los mejores resultados.
Habemus Festival – Declaración del Círculo de Periodistas de Valledupar (CPV)
Cuando Valledupar, sumida en el ostracismo, por el aislamiento geográfico- político- administrativo y ancestral, seguía a su suerte, tres episodios se confluyeron: la publicación de Cien Años de Soledad, en junio de 1967; la inauguración del Departamento del Cesar –el 21 de diciembre de 1967-, luego que hombres, y mujeres, de una generación bendita – líderes de su propio destino-, gestaron su creación; y la designación y posesión del doctor Alfonso López Michelsen; para dar lugar, en coincidencia feliz –gracias al empeño de sus creadores- apenas cuatro meses después, al Festival de la Leyenda Vallenata, a partir de lo cual todo el país vallenato aportó su energía –mítica y soñadora- a la que sigue siendo, nuestra siembra y cosecha redentora, por años y años.
Desde entonces, se conserva el maridaje creciente entre el evento de abril y el periodismo colombiano, con mucha más razón en el caso de las y los periodistas de nuestra región, luna de miel que nos compromete a aunar esfuerzos, actitudes y acciones, para potenciar la fiesta de los acordeones, los versos y las sonrisas, el certamen de nuestra esencia cultural, la corona de nuestras tradiciones, la cita con nuestras propias realidades. Le asiste razón a Orlando Araujo Fontalvo, Licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad del Atlántico y Magíster en Literatura Hispanoamericana del Instituto Caro y Cuervo, y profesor asistente de Novela Hispanoamericana en el Seminario Andrés Bello del Instituto Caro y Cuervo, en su artículo El Habitus de García Márquez “Lo verdaderamente importante en la relación del vallenato y la obra de García Márquez, no es que mencione a Escalona o a Francisco, El Hombre, elementos temáticos que de momento no considero relevantes. En cambio, quiero subrayar, eso sí, la deuda que el proyecto estético de Cien años tiene con el sujeto cultural que se pone en escena en la enunciación de los cantos vallenatos. Mi conclusión de todo esto, obviamente apoyado en los trabajos del profesor Cros, es que cuando García Márquez se sienta en México a escribir Cien años de soledad no selecciona los signos que va a utilizar de un español abstracto e ideal, sino que selecciona sus signos en el conjunto de las expresiones semióticas reproducidas por el sujeto cultural vallenato al que él perteneció en el pasado. De este modo, en la novela del año 67 se redistribuyen las formaciones sociales, ideológicas y discursivas en las que estuvo inmerso el escritor. La música de los juglares supuso para García Márquez un producto estético elaborado a partir de un sistema de valores compartidos.
En el campo de la música, el novelista halló las respuestas que no había encontrado en los libros. La pasión por esta música se vio fortalecida, gracias a su amistad con el compositor vallenato Rafael Escalona, con quien recorrió los pueblos del Magdalena, el Cesar y la Guajira, y de quien llegó a decir que “es distinto, porque es quizá el único que no conoce la ejecución de instrumento alguno. El único que no se convierte en intérprete de su propia música, Simplemente, canta como le va dictando el recuerdo y permite que a sus espaldas venga la ancha garganta del pueblo, recogiendo y eternizando sus palabras”. “Pues bien, cuando afirmo que la música vallenata es uno de los elementos más importantes en la configuración del habitus estético de García Márquez, tengo en mente la particular axiología que se evidencia en el proyecto estético del vallenato costumbrista. El producto musical elaborado a partir de la cotidianidad de las gentes humildes del Valle de Upar, del Magdalena y la Guajira es, de manera principal, un eficiente sistema de interpretación del mundo. A través de estos cantos se actualizan, en un amplio trasfondo cultural, los diferentes sistemas éticos de toda una región. El vallenato, en últimas, más que un simple relato cantado, es una evaluación del mundo de carácter simbólico, cuyo objetivo primordial es la producción de una ética particular.”
¡Honor! al doctor Alfonso López Michelsen, al maestro Rafael Escalona, a la Cacica Consuelo Araujo Noguera, creadores del festival. ¡Honor! Al pueblo vallenato, a Colombia y al mundo, que lo conservan como el encuentro anual del amor hecho versos, cantos, rimas y certezas musicadas. Honor a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, al Gobierno en sus diferentes escenarios, a los creadores, intérpretes y cantores, músicos de todos los pelambres, a quienes saben transformar la desdicha, la pena, el dolor, la alegría y el enamoramiento, en versos sublimes, con pínceles que habitan en el alma.
El Festival Vallenato, es la única bonanza renovable, que hemos tenido, la única que nos queda, llamada a unirnos todos para proteger su integridad en los confines del tiempo, hasta la eternidad. Hemos dilapidado nuestros talentos, de manera cíclica derrumbamos a nuestros mejores hombres y mujeres, equivocados en la creencia de que si caen, ganamos. Si descuidamos el festival, perderemos nuestra identidad, nuestra valía cultural y la propia dignidad. Es hora de sepultar el orgullo mundano y promover un tejido relacional que propicie el avance seguro de nuestros sueños, conquistas y posibilidades. Recordemos que el pechiche social, sin pilares afectivos, se desmorona por el chisme.
En este orden, el Círculo de Periodistas de Valledupar, en sus 25 años, reitera su compromiso ineludible con la verdad, la justeza y el cumplimiento del deber. Llamamos la atención de propios y extraños, acerca de la importancia inescrutable de nuestro Festival y exhortamos a:
Aprovechar los espacios que genera el Festival, para articular proyectos que den lugar a la vinculación de capitales foráneos y a la llegada de nuevos proyectos que expandan la realidad agroindustrial, turística, comercial, empresarial, e institucional de Valledupar y el Cesar. En esto, el Gobierno Departamental, la Alcaldía de Valledupar, los gremios, la Cámara de Comercio de Valledupar y la Comisión Regional de Competitividad, tienen mucho por hacer y están llamados a construir, viabilizar y materializar, en lo posible, iniciativas de la naturaleza que más convenga para cabalgar sobre ventajas competitivas, de inigualable alcance, como el Festival Vallenato.
Establecer y poner en funcionamiento una Cátedra itinerante, relacionada con el Festival, la música y la cultura vallenata, para que desde la educación preescolar hasta la universitaria, se establezca una ruta educativa que conecte los contenidos curriculares tradicionales, con la realidad mágica de lo nuestro. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, la Universidad Popular del Cesar, las
Secretarías de Educación –Departamental y Municipal- disponen de los talentos, los mecanismos y las posibilidades, para hacer realidad tan justa, como altruista e innovadora aspiración. El Círculo de Periodistas de Valledupar – CPV, ofrece su apoyo y colaboración.
Deponer las prevenciones, los enfrentamientos y las controversias públicas, frente a situaciones cuyo único espacio de solución reside en los estrados judiciales. Comprometerse a acatar los fallos, sin desmedro de atacarlos hasta donde las instancias de ley lo permitan y propiciar espacios de concertación para que el Festival de la Leyenda Vallenata, cada año sea mejor que los anteriores.
Mejorar las condiciones logísticas para que los periodistas nuestros y los que llegan a cubrir el evento, puedan cumplir su labor de manera cómoda, con suficiente espacio visual frontal y traducirse ello en mejores resultados de su gestión informativa. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, tiene la palabra.
Optimizar el espacio académico que cada año reside en el foro tradicional, para lo cual conviene crear nuevos espacios, de orden conversacional y narrativo, que privilegien la participación de artistas, críticos, cultores de nuestra música y de otros géneros, lo cual contribuirá al crecimiento formativo, a la expansión experiencial y al enriquecimiento de nuestro patrimonio cultural. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, está llamada a articular esta propuesta, si comparte las razones que la justifican. El Círculo de Periodistas de Valledupar – CPV, ofrece su colaboración para cristalizarla.
Aplicar acciones conducentes a la continuación y terminación de las obras requeridas para la completud del Parque de la Leyenda, toda vez que constituye un verdadero emporio folclórico, polo de desarrollo y epicentro de nuestra identidad cultural. La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, tiene la obligación de promover la vinculación de la Gobernación del Cesar, de la Alcaldía de Valledupar, de la academia y de los distintos estamentos de nuestra región, para lograr que el gobierno nacional apropie los recursos necesarios para lograrlo, sin omitir considerar la vinculación de capital privado.
Considerar la posibilidad de extender los servicios turísticos a ofrecer en el Festival: teleférico desde el Parque de la Leyenda hasta, y desde, La casa en el aire –en el cerro e’ murillo-, aprovechamiento del viento vallenato para surcar nuestro cielo, en parapente, globos y/o similares y la ruta turística del conjunto vallenato.
Tenemos Festival. Es momento de recordar, en los versos de Rafael Manjarrez, que pronto, más temprano que tarde, comienza otra vez el trepidar. Que siga el alistamiento, que no se escondan los acuerdos y que suenen acordeones, cajas y guacharacas, que desaparezca el desaliento y reine el optimismo, porque como reza el Corán: Entre más oscura es la noche, más brillan las estrellas.
Valledupar, 28 de marzo de 2011
JUAN RINCÓN VANEGAS
Jefe de Prensa
Fundación Festival de la Leyenda Vallenata
Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’
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Valledupar – Cesar -Colombia
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