Que mal me pagó el diablo


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Por Ramón Elías Duarte Quintero. Dicen las viejitas que cuando ocurren tantos hechos lamentables son porque el diablo anda suelto. Afirman ellas que el mañoco es capaz  de mimetizarse entre tanta gente buena, y  que esa habilidad que lo caracteriza lo puede hacer parecer a nuestros mejores amigos.

Dicen ellas que el ángel del mal con tal de lograr su propósito, se puede vestir de lo que sea: de abogado, de cantante,  de representante…Por estos días Lucifer como que anda vestido de mujer, de mujer bonita, por cierto, y cuando se viste así está dispuesto a llevarse lo que sea por delante, sin medir consecuencias, porque igual no le importa. Maquiavelo dice que “el fin justifica los medios”, será que el diablo también se viste de Maquiavelo? Creo que si porque maquiavélica fue la posición que adoptó la doctora Norma Cecilia Cabrera Pérez, abogada con varias especializaciones, catedrática, de rostro angelical y de sexapil fuerte, quien funge como presidenta de la Fundación Festival Vallenato del Magdalena Medio, al vender la dignidad de los miembros de la junta directiva (el administrador de empresas Gregorio Ortiz Epalza, el periodista Pedro Severiche, el contratista José De La Ossa, el abogado William Martínez Down, el arquitecto Alberto Cotes Acosta y el señor Rodolfo Rincón Villamil), de una prensa barrameja que adoptó una posición crítica, pero que rechazó los hechos acaecidos el día primero de noviembre en el estadio de beisbol cuando Peter Manjarres no se presentó.

Maquiavélico fue lo que se planeó el día martes 2 de diciembre en la oficina de Peter Manjarres de la ciudad de Valledupar en horas de la tarde. Se necesitaron varias horas para finiquitar el plan. Los elementos motivo de discusión estaban ahí: el plato de lentejas, los 12 millones de pesos y el comunicado. Un comunicado que fue redactado por la abogada de Peter y los pincelazos hábiles de Marcos Torres. La situación estaba clara, Peter tenía la sartén por el mango: no devolvía ni un peso hasta tanto no se hiciera una rectificación pública. Por su parte Norma Cabrera, con las deudas hasta el cuello, no le quedó otro remedio que aceptar. Encrucijada perfecta.

Las caras se ven pero corazones no, resulta extraño e insólito que Norma Cabrera y algunos directivos, un día después que yo publicara aquella crónica ( 5 de noviembre) que hizo la denuncia de los hechos, de todos conocidos, me enviaron sendos mensajes a mi correo donde me felicitan y me dan las gracias por la defensa que hice en el mencionado comunicado, incluso, hasta se despertaron ciertos celos por esa férrea defensa, para que después de un mes salga con semejante monumento a la humillación. A Norma se le olvidó que con quienes se reunió a finiquitar el maquiavélico plan de los 12, fueron los mismos que le causaron los momentos más afujiantes y angustiantes de su vida, fueron los mismos que le hicieron salir lágrimas de dolor. En esos momentos ella era la victima y se defendía con uñas y dientes, hoy, está comiendo del plato de lentejas.

Norma Cabrera al aceptar la negociación de la devolución de 12 de los 18 millones de pesos a cambio de limpiar la imagen de Peter (aunque todavía no aclara lo de DMG), puso por el suelo la dignidad de todo un pueblo que la respaldó en su momento y que fue testigo de los hechos. Es la actitud más genuflexa y humillante que haya aceptado una abogada de la talla de ella. Esta negociación humillante no cambiará los hechos que la historia contará por siempre de lo que pasó en Barrancabermeja el día 1º de noviembre como consecuencia de la no presentación de Peter Manjarres. La historia tampoco dejará de recordar que la Fundación Festival Vallenato del Magdalena Medio tuvo que ser intervenida por la Alcaldía y Concejo Municipal, por el Ministerio de Cultura y por varios organismos de control. Que la Fundación Festival Vallenato aún no le paga a los medios de comunicación en la ciudad de Valledupar, que les giró unos cheques sin fondo a los concursantes a Poncho Zuleta y Martín Elías, que todavía no les paga a unos de sus principales defensores, Lucho Alandete.

Soy consciente que lo que produjo el comunicado fue el debate interno que le hice a Norma y a varios de sus miembros por el manejo equivocado que le vienen dando al festival hace 24 años, porque les hice el reclamo justo por haberme dejado solo en Valledupar poniendole la cara a las deudas que en nombre de ellos adquirí, porque defendí a los concursantes (esencia del festival) y rechacé el hecho de haberlos engañado, porque le dije que había tolerado demasidao y que mi compromiso como periodista es con la verdad y con la sociedad foclórica y cultural que me exige cuentas en este proceso de mi ejercicio disciplinar. Un día después de este debate se produjo el famoso comunicado.

Moraleja popular: que mal le paga el diablo a quien bien le sirve

Por Ramón Elías Duarte Quintero.
Miembro del Círculo de Periodista de Valledupar-CPV
E-mail:rumvalle@yahoo.com/publimediosltdap@gmail.com

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