‘Moralito’ te fuiste de mañanita…

Por Juan Rincón Vanegas.  juanrinconv@hotmail.com. Lorenzo Miguel Morales Herrera como nadie, estaba preparado para su partida. Ya lo había dicho desde hace algún tiempo: “Ya estoy ni los carros viejos, que no quieren echar ni pa´ lante, ni pa’ atrá’. Se me está acabando la gasolina. Vivo porque Dios me está otorgando unos días más y he aprendido que a Él no se le puede llevar la contraria”.

También su compadre Emiliano Zuleta Baquero se lo había anticipado en la canción `La gota fría’: “Te fuiste de mañanita” y en verdad así lo hizo.  Se fue callado, pero minutos antes cuando su hija Alix Cecilia, le hablaba al oído y le tomaba su mano, se la apretó para ratificarle que la estaba escuchando y que le retornaba esas bellas palabras.

‘Moralito’, siempre vivió agradecido con el dador de sus días y expresó: “Dios me ha dado el permiso para llegar a la edad de 97 años, codearme con mis amigos y recibir  el cariño de una numerosa familia. En las tantas exposiciones sobre el tema de la muerte dijo: “Yo sé que me voy a morir. Nadie nace para semilla, pero antes de que me llegue la hora, que me deje disfrutar de mi familia y de mis amigos. A la muerte, como a la vida, no hay que tenerle miedo, porque desde que nacemos sabemos que a cada cual nos llega el momento de partir. Dios, dispone de uno cuando así lo requiera, pero es doloroso ver como se despiden de la vida personas muy pegadas a nuestras entrañas. En fin, es duro, pero así son las reglas divinas”.

La vida del viejo juglar

Este juglar vivió una vida consagrada al folclor y en los últimos años varias enfermedades lo llevaron a una silla de ruedas, desde todo impartía instrucciones y se la pasaba cantando y contando su vida y las historias de sus canciones, siendo la principal ‘El errante’.

A pesar de ser un juglar completo, tocaba, cantaba y componía, la canción que lo catapultó fue ‘La gota fría’, que narra la piqueria que nunca tuvo con su compadre Emiliano Zuleta Baquero.

Sobre este tema, al que se refirió en muchas ocasiones, dijo: “Al que le van a dar le guardan, y mi compadre Emiliano se quiso salir con la suya, pero al final yo salí ganancioso, aunque con el bolsillo pelao. Nunca peleamos, fuimos excelentes amigos y compañeros de parranda. Si analizan bien la canción ‘La gota fría’, parece que fuera de mi autoria, y muchos todavía me preguntan eso, porque en todo el trayecto de la letra aparece es ‘Moralito’ como el inspirador. En fin. Esas son jocosidades de las canciones y en este caso soy solamente el protagonista porque de ella no obtuve ni un peso, porque mi compadre Emiliano no es que fuera tacaño, sino olvidadizo”.

Dejó de tocar su acordeón por una promesa que le hizo precisamente a su compadre Emiliano. La promesa consistía en que si alguno de los dos moría, el otro silenciaba su acordeón y así se cumplió. Con el más grande dolor ‘Moralito’ dejó de tocar lo que más amaba, su acordeón.

Entonces en ese momento al relatar sobre su promesa que cumplió al pie de la letra dijo: “Dejar de tocar no me aflige porque ya dejé muchas canciones que son mi carta de presentación, incluso, hay bastantes inéditas y eso me hace feliz. Mi nombre y mi obra son universales, soy un abanderado de la música vallenata y lo fui en el tiempo en que las canciones no valían nada, ahora valen millones de pesos y casi no dicen nada. Comprendo que son otros tiempos y hay que aceptarlo”.

El último viaje

Al maestro Lorenzo le gustaron los viajes que realizó con motivo de la promoción del 44° Festival de la Leyenda, que se hizo en su homenaje, unido a Leandro Díaz. Estando en Bogotá, una joven periodista lo entrevistó y él al verla tan bonita, exclamó: “Esa es mucha vitamina, lástima que no pueda tomármela”. De igual manera, mostró su satisfacción por las palabras que dijo el presidente Juan Manuel Santos, la noche inaugural del Festival Vallenato.

“El presidente me puso por lo alto y me hizo emocionar al nombrar mi trabajo por la música y al mencionar a mi pueblo, Guacoche”, dijo ‘Moralito.

Precisamente, cuando por su casa del barrio Primero de mayo de Valledupar, escuchaba pasar los aviones, preguntaba qué cuando había otro viaje, pero ya llegaron los dolores del cuerpo que lo condujeron a la muerte, esa muerte a la que él nunca le tuvo miedo y en una de sus canciones aseguró:

En la vida pasan cosas

que parecen y no son,

lo verdadero es la muerte

y el testigo es el cajón”.

Maestro ‘Moralito’, adornador del encanto de las mujeres, exaltador de la naturaleza, el mismo que tuvo un encuentro verbal donde floreció el arte del verso y lo volvió un errante enamorado, ‘Te fuiste de mañanita’, como fue profetizado en la célebre canción ‘La gota fría’ de su entrañable compadre Emiliano Zuleta Baquero.

 

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