Hoy los acordeones se silencian para darle paso a la tristeza, dándole cabida a los recuerdos de aquellos paisajes llenos de guayabales que el maestro Calixto Ochoa, logró plasmar en su canción pintándolos exactos como son. Muere un juglar, convertido en Leyenda, su mayor legado 589 obras llenas de nostalgia, sentimiento y sabiduría.
Los fuelles de los acordeones se abrirán nuevamente en Valencia de Jesús el próximo lunes 23 de noviembre para entonar las sentidas notas de canciones como Diana, Mi Lirio Rojo, El Africano, Mata e’ Caña, La Plata, entre otras despidiendo al mayor romántico y soñador artista, considerado por sus amigos como un ser leal, honesto y buen conversador.
Con carta abierta a los acordeoneros del país SAYCO solicita su compañía para darle el último adiós al Maestro Ochoa, como sólo se despide a los grandes, de acuerdo a lo expresado por el Gerente, Poldino Posteraro, quien manifestó que “la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, a través del Gerente y su Dirección Societaria han iniciado todos los trámites correspondientes y asumido todos los gastos adicionales para las honras fúnebres previstas para el lunes en su natal Valencia de Jesús, población ubicada a 25 minutos de Valledupar. SAYCO está de luto y lamenta profundamente la pérdida de tan importante autor y compositor, quien era socio desde el 3 de febrero de 1976. A su esposa, Dulzaides, a sus hijos César Antonio, Rolando Antonio, Calixto Antonio, Adonai, María José, Alba, Kelly, Katia y Jackeline, nuestras sentidas condolencias”, concluyó el Gerente.
Adiós a una Leyenda, quién ahora ya no navegara sin rumbo fijo, desde hoy vivirá en el corazón de todos los amantes del vallenato o los románticos que para sus conquistas buscaban refugio en sus letras, a quienes SAYCO también solicita su presencia pidiéndoles que lleven a la última morada del Juglar: Lirios Rojos, adornados con rositas y jazmincitos para que el verano que tanto amaba el maestro nunca se marchite.
